
OURIKA GARDENS
MARRUECOS:
UN PATRIMONIO VIBRANTE

"Cuando descubrí Marruecos, comprendí por qué mi propia paleta de colores era la de los zelliges, zouacs, chilabas y kaftanes. Las osadías que han sido mías desde entonces se las debo a este país, a la vehemencia en las discusiones, a la insolencia de las mezclas, al ardor de las invenciones. Hice mía esta cultura, pero no la importé, sino que la añadí, la transformé, la adapté". Yves Saint Laurent
Yves Saint Laurent descubrió Marruecos en 1966, a los 33 años. Fue una revelación estética: se enamoró de este país luminoso, de sus colores vibrantes y de su forma de vida, tan distinta del bullicio parisino. El efecto fue tan contundente que el diseñador tuvo la repentina y sólida intuición de que este país sería su refugio, su paraíso encontrado y una fuente inagotable de inspiración, como lo había sido para los pintores Delacroix y Matisse. Para él, Marruecos era más que un destino de viaje: después de su primer viaje de iniciación, y con la ayuda de Pierre Bergé, transformó los fabulosos Jardines de Majorelle en un refugio de pura felicidad y compró una casa. Se convirtió en su retiro creativo, un lugar que inspiraba sus ideas innovadoras y su uso atrevido del color.
Yves Saint Laurent descubrió Marruecos en 1966, a los 33 años. Fue una revelación estética: se enamoró de este país luminoso, de sus colores vibrantes y de su forma de vida, tan distinta del bullicio parisino. El efecto fue tan contundente que el diseñador tuvo la repentina y sólida intuición de que este país sería su refugio, su paraíso encontrado y una fuente inagotable de inspiración, como lo había sido para los pintores Delacroix y Matisse. Para él, Marruecos era más que un destino de viaje: después de su primer viaje de iniciación, y con la ayuda de Pierre Bergé, transformó los fabulosos Jardines de Majorelle en un refugio de pura felicidad y compró una casa. Se convirtió en su retiro creativo, un lugar que inspiraba sus ideas innovadoras y su uso atrevido del color.
EL PROYECTO
La historia de amor entre Yves Saint Laurent y Marruecos se extiende hasta el valle de Ourika, a las puertas de las montañas del Atlas, a unos 30 km del ajetreo de Marrakech. Aquí, lo que solía ser una tierra yerma se transformó en un jardín botánico. Además de crear oportunidades laborales para una cooperativa de mujeres, estos jardines permiten a YSL Beauté estudiar y cosechar algunos de los preciados ingredientes que se utilizan en las creaciones de YSL Beauté.
De los limonares a los olivos, pasando por la caléndula, las rosas, los lirios y el azafrán: más de 40 especies botánicas crecen en los extraordinarios Jardines de Ourika de Yves Saint Laurent, inaugurados a principios de mayo de 2019.
De los limonares a los olivos, pasando por la caléndula, las rosas, los lirios y el azafrán: más de 40 especies botánicas crecen en los extraordinarios Jardines de Ourika de Yves Saint Laurent, inaugurados a principios de mayo de 2019.